Semana Fe. Parte I

Antes de disponerse a leer, es importante comprender que la Biblia es un libro complejo, que ha sido escrito por diversos hombres a lo largo de la historia, y que se requiere revelación de lo alto, para comprenderlo.

Repita con convicción, convencimiento, confianza y obediencia  “Espíritu Santo de Dios, yo te invito a mi vida en este momento, para que hagas morada en mi, y reveles toda verdad y toda gloria, en la palabra del señor”. El Espíritu Santo de Dios le guiará, le explicará lo que lee, es posible que sienta escalofríos y otras cosas, dependiendo de la disposición de su corazón, no se preocupe, es algo normal. Es simplemente él.

Habacuc Cap.2 versos 1-4

Jehová responde a Habacuc.

1.-Sobre mi guarda esteré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá y que he de responder tocante a mi queja.

2.-Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.

3.-Aun que la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aun que tardare, espérelo, porque sin duda vendrá, no tardará.

4.-He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece, mas el justo por su fe vivirá.

Breve explicación:

Habacuc  era un profeta, que vivió en una era de gran destrucción, violencia, contienda, corrupción, donde el culpable tenía las de ganar, y el inocente era asediado por el injusto.

Habacuc  estuvo orando por largo tiempo a Jehová, por los problemas de su nación, hasta que en oración Habacuc recibió respuesta.

Primero Jehova le dice que debe advertir a los caldeos (Los coterráneos del profeta Habacuc) declarando y escribiendo las visiones que había tenido de la respuesta de Dios, e inmediatamente advierte que la visión vendrá en su momento, y que tardará, pero que vendrá.

Habacuc no tenía manera de asegurar que en efecto, estas visiones se harían realidad, pero tenía algo mas, tenía fe en que la situación de su nación mejoraría. La historia de Habacuc se parece mucho a lo que vivimos en Venezuela. Sería prudente orar profunda y largamente por un cambio, por la venida del reino. 

Verso importante:

"He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece, mas el justo por su fe vivirá."