Caracas..

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Ciudad de locos corazones..

jueves, 21 de noviembre de 2013

¿Y ahora qué?

Observando las cosas en perspectiva, debemos asumir que siempre lo supimos, dentro de nosotros estaba aquella voz "Aquí va a explotar algo". Era como un murmullo, un dolor en el estómago, un presentimiento. 
Algo dentro de nosotros nos alertaba, esa conciencia producto de la lógica con la que Dios dota nuestras mentes nos lo decía, pero no quisimos escuchar. Fue mas sencillo ignorarlo que enfrentarlo. 
Algunos un poco mas "vivos" decidieron aprovecharse de la situación, pensando que sacarían provecho del río revuelto, que ellos serían los pescadores. Pero muy dentro de mi, también pienso, que la mayoría de nosotros nunca se detuvo a estudiar honestamente las consecuencias de lo que por acción u omisión permitimos como sociedad, que le pasara a nuestro hogar, a nuestra casa.
Ahora, no hay una manera sencilla de corregir este entuerto. Son muchos los problemas que atacar, la falta de educación de calidad, no el adoctrinamiento, sino la educación que permite formularse un criterio propio sobre la realidad, la falta de insumos básicos, la inseguridad, la inexistente aplicación de las leyes, todo se ha vuelto complicado. Y en el medio de ese huracán, estamos los venezolanos, que en general seguimos como ovejas de un rebaño, sin tener claro cual es el paso a seguir, de que manera tomar las riendas de nuestro futuro, o si es que aun existe algún futuro.
¿Y que viene ahora?. Viene desempleo, empresas que van a cerrar sus operaciones en Venezuela y se van a ir. Viene desabastecimiento, el aparato productivo venezolano era escueto hace veinte años, pero hoy es inexistente. Años de control cambiario e hipocresía económica, han forzado a los productores a abandonar sus actividades, porque es mas rentable importar que producir. Esos dos factores parecen poco escritos en un papel, pero cuando exista una mayoría desempleada, y no existan alimentos o medicinas para comprar, comenzará a crecer la delincuencia, un mal que ya es bien grave. 
Los venezolanos somos una sociedad consentida, que no ha tenido que pasar por guerras o hambrunas en siglos, literalmente en siglos, y esto puede sonar un poco duro, pero como pueblo, tenemos la necesidad de madurar. Esta será una excelente oportunidad de crecer como sociedad o perecer en el intento.
Existen los que creen que la salida es la guerra, otros piensan que la salida es huir, y otros piensan que la salida es quedarse quieto y esperar. En mi opinión, quedarnos quietos y esperar es lo único que hemos hecho y no ha funcionado. Si queremos otro resultado debemos cambiar la táctica. 
Saludos.